CONFLICTO - SUBVERSIÓN EN COLOMBIA - GUERRILLA

LAS BOBADAS DE LA PATRIA BOBA




Si peleamos entre 1810 a 1816 por ponernos de acuerdo en cómo organizar el país, es apenas lógico que ahora acudamos a la pugna después de las bobadas que han cometido los grupos subversivos como las FARC y el Gobierno Nacional

Pareciera ser que cuando se habla de las FARC-EP las personas sintieran un escalofrío que atraviesa la espina dorsal e inmediatamente evocasen sangre, monte, matanza y mal. Percepción no mal ganada. Este grupo subversivo, catalogado por el gobierno nacional como “narcoterrorista y asesino ” se ha encargado de tomas a pueblos con resultados mortíferos, “ajusticiamiento popular” masivos, que en cristiano no es más que “fusilamiento por torcidos” masivos, alistamiento de menores en sus filas, secuestros masivos además de otros cuantos cientos de faltas a la dignidad humana.

Aún así, el conflicto político que vive Colombia con la subversión pareciera ser irónico y algo particular, pues los mecanismos de propaganda, tanto del lado subversivo como del gubernamental, no hace más que redundar en las mismas premisas de siempre, a través de los años, para llegar a las mismas conclusiones: El estado califica de terroristas y narcotraficantes a las FARC y ellas a su vez de asesino y fascista al estado… ¿hace cuántos años?. El estado exige la liberación de los secuestrados y la desmovilización de la guerrilla y ellos a su vez piden un intercambio humanitario… ¿eso es nuevo no? El estado muerde en la yugular de la guerrilla ante la comunidad internacional para demostrar el terrorismo y los rebeldes arman giras mundiales para mostrar su noble causa… ¿Tom y Jerry?

Así, este artículo podría quedarse en los montones de ironías que de 40 años hacia acá vienen presentando parte y parte. La real reflexión es ¿será que para mantener el mismo cuento tanto tiempo alguien no se debe beneficiar?

Lo cierto es que a través de los años, la falta de carácter político del país y los errores desde la estrategia y la corrupción parecieran ser los culpables de la expansión de éste fenómeno que sufre hoy el país, y que para el 2008 colaboró al indicador para dejar al país en el puesto número 37 de los 60 estados fallidos del planeta

Nuestra simpática forma de gobierno ha pasado desde la amnistía y la impunidad, hasta el descaro y la reinvención de la historia. Las FARC, nacidas de la opresión del estado y estalladas bajo la “Operación Marquetalia” en donde 48 campesinos se rebelan, han sufrido transiciones en el tiempo que hasta el mismo gobierno ha dejado hacer.

Es el ejemplo de la UP (Unión Patriótica); algo bizarro: las FARC atropellan la institucionalidad con tomas a pueblos, asesinatos, secuestros y extorsión sosteniendo la lucha “contra la oligarquía y el imperialismo”. Es decir, matan exigiéndole al estado dejar de matar y mejores oportunidades. Luego entran en los diálogos y pareciera ser que un estado miope deja entrar un ladrón en su casa: las FARC dicen “no vea… dejemos de pelear” y el gobierno contesta “listo dejemos, ¿qué es lo que necesita?” a lo que las FARC contestan : “no es que vea, yo estoy como cansado de matar y estos secuestrados están muy enfermos en el monte y que pereza, entonces yo mato un poquito menos y usted me da participación política, ¿bueno?” y si más ni menos, el estado dijo “ágale pues…”

Es así como nace la UP, el brazo político de las FARC para hacer una brecha en el país. ¿Pareciera no tener carácter la política cierto?

Pero estos ejemplos no son nuevos, la subversión siempre la hizo así. De esa manera también pasó con el M-19, cuando luego de la toma del Palacio de Justicia, en donde murieron cientos de personas y otras más desaparecieron, dijeron “vea, tan amable y me da reconocimiento político” y el estado dijo “bueno pues…” y hoy por hoy, vemos a Gustavo Petro en el Congreso de la República hablando de asesinatos y a Navarro Wolf al frente del departamento de Nariño.

Aún así, la UP también tuvo un final triste en donde una vez más se recordó al país que la sangre es la solución. Luego de una ardua persecución de la derecha política, los miembros de la UP vieron morir uno a uno a sus integrantes a mano de los paramilitares y el mismo estado. Quién dijo que la derecha no mata también.

Sin embargo, en este país, la subversión, la izquierda, perdió todo tipo de ideal y se dedicó al terrorismo. Es impensable decir que se pretende la paz cuando se priva de la libertad a personas inocentes y se mandan a una sucia guerra niños y madres.

De otro lado, las fuerzas subversivas de las FARC, en reiteradas ocasiones han sido tratadas como una empresa. Ninguna percepción más cierta. Tienen un departamento de mercadeo que se encarga de conseguir militantes que se vayan a la selva a disfrutar de su producto: la rebelión; tienen rotación de personal de selva a selva, lo que llevaría a pensar en un departamento de talento humano (a la mejor forma de la administración moderna). Sostienen un departamento de producción, tanto de guerrilleros, droga y atentados y además un departamento de comunicaciones para emitir sus comunicados y buscar su free press. Además tienen un departamento de sistemas que se ocupa de su bien envidiable página web escrita en 5 idiomas distintos: español, inglés, italiano, portugués, ruso y alemán.

Poseen un importantísimo departamento de relaciones públicas, uno diría que es de los más efectivos del país. Éste es el encargado de viajar por los 5 continentes a vender el producto y a buscar alianzas, además hace lobby en el país y en el resto del mundo, con tan buenos resultados que estuvieron a punto de ganar el status de beligerancia. Y pensar que Colombia le paga a los cancilleres 12 millones y medio de pesos mensuales para desmeritar el trabajo de este departamento de las FARC entre otras actividades alrededor del mundo (será que por eso está escrita la página web de las FARC en 5 idiomas)

Y todo esto pasa bajo las narices de nuestro gobierno, que cada día pretende mejorar las condiciones de vida de los ciudadanos. Debe ser que en esa definición también caben los guerrilleros ¿no?

Pero lo mejor de todo está en la forma en la que doramos la píldora de bando a bando. El gobierno es completamente tajante y certero con su lenguaje hacia las FARC. También las FARC hacia el gobierno, sin embargo, se inventan eufemismos para “dialogar ”

Así, un “ajusticiamiento” no es más que un fusilamiento, una “dada de baja” es un asesinato de un guerrillero, una “estrategia de estado” es liberar a Rodrigo Granda (el canciller de las FARC), una “incursión” es la violación de la soberanía de otro país y un reclutamiento es el rapto de menores para las filas de un ejército de carácter “carne de cañón”.

De esta manera podríamos seguir durante un extenso artículo sólo dedicado a ello. Lo cierto es que el común aquí es la violencia y tanto la derecha como la izquierda mata, o ¿acaso los paramilitares no existen? Sin embargo, es este un llamado al estado de optimización de recursos. Sin carácter político no se logra resolver nada y las esperanzas se agotan.

No es posible tener funcionarios públicos endebles. No es posible decir primero que dialoguemos, luego que los matemos, luego que les demos participación política, luego que mejor no y al final dejar las cosas como siempre.

Es necesario organizar la casa y saber hacia donde se va con claridad, fijar objetivos estratégicos, de no ser así, estamos condenados a seguir viviendo en carne viva las consecuencias de las decisiones mal tomadas de un gobierno y sus opositores, de los poderosos contra los armados, de la institucionalidad contra la insurgencia, de las bobadas de una patria boba.

Si quieres ampliar el contenido puedes ingresar a
http://www.geocities.com/guerrillasenlatinoamerica/cronologiafariana.htm

BIBLIOGRAFÍA Y CIBERGRAFÍA

HOBSBAWM. Eric. Guerra y Paz en el Siglo XXI. Ed CRITICA SL. 2007.

Revista Freedom Policy. The Failed States Index 2008. Pgs 16-17

Alocuciòn del Presidente de la República de Colombia: Doctor Álvaro Uribe Vélez. “Diálogo con Terrorismo no Funciona”23 de diciembre de 2.002

http://www.farc-ejercitodelpueblo.org/


Por:
Juan Esteban Gómez
David Giraldo
Juan Camilo Grisales